Los inicios fueron titubeantes. Los larguísimos tiempos de exposición del daguerrotipo producían imágenes frustrantemente borrosas . Esta dificultad llevaron a inventar artefactos que mantenían la inmovilidad total de cabeza y cuerpos sin que se vieran en la cámara , si era fotografía de bebes se recurrían a métodos como la anestesia. Las mejores fotografías conservadas y realizadas eran las post mortem.
Años después el uso de placas redujeron los tiempos de exposición y comenzaron a crear fotos en grupos: familiares, trabajadores, amigos...
A si en el siglo XIX, la ascendente y creciente clase media alimento un boom del retratismo. Un oleo era caro y las opciones mas baratas y rápidas carecían de distinción. La fotografía llego al rescate en el momento justo.
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